El equipo de gobierno local, a través de su portavoz, Luis Alfonso Merino, ha querido aclarar que el ayuntamiento «no tiene ninguna responsabilidad» de que las obras previstas en materia de Educación que acometerá la consejería en determinados centros de la ciudad estén paralizadas, tal y como dijo hace unos días la delegada provincial de Educación, Piedad Álvarez. Merino ha querido dejar claro el asunto porque considera que se «tergiversa la realidad».

El concejal popular confirmó que la consejería de Educación ha solicitado cuatro licencias de obra al ayuntamiento durante los meses de diciembre y enero para actuaciones en el IES Santiago Apóstol, IES Carolina Coronado y los colegios José de Espronceda y Antonio Machado. El valor total del dinero invertido rondaría los dos millones de euros. Piedad Álvarez comentó que el ayuntamiento no concedía la licencia de obra al solicitarle el pago de la misma, algo que «tienen por norma» que lo abonen las empresas adjudicatarias de las obras. Merino explica que la solicitud de una licencia de obra, ya sea pedida por la administración, una empresa o un ciudadano, inicia un procedimiento administrativo al que se le aplica la ordenanza fiscal número 7 que regula una tasa. «Esa tasa estamos todos obligados a pagarla y es una ordenanza que se aplica desde 1990». Merino exhibió un documento donde la Junta señalaba que la abonaría «en su momento» por la empresa adjudicataria, pero desde el ayuntamiento se ciñen a la ley. De hecho, una técnico municipal competente en la materia ha elaborado un informe donde deja claro que es el solicitante de la licencia el que debe responde con el pago de la misma y debe presentar la solicitud con el resguardo del abono realizado.

El portavoz del equipo de gobierno desvela que la cantidad total que puede suponer el pago de las tasas de las cuatro licencias de obra en su conjunto es de unos 420 euros, una cantidad que el portavoz considera muy baja para no acometer una inversión tan importante. Merino añade que el pasado verano la consejería ya acometió una serie de obras relacionadas con el IES Santiago Apóstol y por entonces sí se pagó la tasa, preguntándose por qué ahora no. Dice que «tenemos claro que detrás de todo esto hay un interés constatado de no querer iniciar las obras». Asegura que el ayuntamiento está para cumplir las normas y considera que era importante aclarar este asunto a los ciudadanos.