Desde primera hora de la tarde de ayer aguardaban los primeros niños acompañados de sus padres, abuelos o tíos en las puertas del teatro Carolina Coronado, para poder entregar sus cartas a los Reyes Magos. Como ocurre desde hace años, tuvieron que hacer cola, algunos durante casi dos horas, para entrar. A veces la cola llegó hasta la mitad de la calle Suárez Bárcenas.

Una vez dentro, los niños iban entregando sus cartas a alguno de los tres Reyes Magos quienes a su vez les regalaban una bolsa con chucherías y un peluche y se dejaban fotografiar con los pequeños. La emoción y el nerviosismo por verlos y ante la llegada del día 6 estuvo presente en la mayoría de ellos, aunque algunos, sobre todo, los más pequeños, rompieron a llorar cuando los vieron.