Para el colegio Montero de Espinosa es muy importante lo que sucede en Almendralejo y su región. También lo que pasa en su otro entorno más inmediato, España. Pero desde hace unos meses, todos sus alumnos están adquiriendo una conciencia europeísta para conocer el abanico de posibilidades que pueden tener más allá de nuestras fronteras y, al mismo tiempo, tener una noción más exacta y completa del mundo en el que viven. Con esta premisa, desde hace unos meses, el centro se ha convertido en coordinador de un proyecto de Erasmus que pretende ser modelo de buenas prácticas y que busca un aprendizaje e interacción con alumnos de otros países europeos. «Queremos que nuestros alumnos sepan que hay otras culturas, otras formas de aprender y otras maneras de enseñanza fuera de nuestras fronteras», apunta su director, Juan Luis Ortiz.

Dentro de este proyecto, que tiene por bandera el inglés como lengua base para Europa, el Montero de Espinosa desarrollará una importante actividad recibiendo a más de cuarenta personas de otros puntos de Europa del 28 de mayo al 1 de junio. Son miembros de los países socios del proyecto: Polonia, Turquía, Italia y Rumanía. En concreto llegan de centros de Tychy (Polonia), Merkez (Turquía), Fasano (Italia) y Cluj (Rumanía).

Con tal fin, y durante tres días, el Montero ha diseñado un programa de actividades para interactuar con todos los alumnos con el inglés como eje conductor. Habrá un taller de música y utilización de un software para componer canciones, ya que la ejecución estrella será la elaboración de una canción que integre cinco lenguas distintas, la de los socios y el inglés en su estribillo. Dicho taller estará dirigido por Vincenso Deluci, Davide Saccomanno y Leonardo Laguardia, músicos y compositores que pertenecen al proyecto. Participan alumnos y profesores y, entre todos, harán la canción definitiva.

También se ha programado un taller de improvisación con varios instrumentos. Toda la elaboración será puesta en escena en un concierto final en el teatro Carolina Coronado, donde los representante de cada país socio irán vestidos con indumentaria tradicional de su nación.

Modelo educativo / Juan Luis Ortiz explica que la inclusión en este programa ha servido al colegio para trabajar de manera integrada en todas sus áreas. Materias como matemáticas, lengua, plástica o música están vertebradas con actividades orientadas al proyecto que potencian el bilingüismo y, al mismo tiempo, ofrecen conocimientos más amplios sobre otras regiones de Europa. Incluso los alumnos de educación infantil están participando del proyecto con una actividad llamada La vuelta al mundo en 80 días. Los padres se integran en el aprendizaje que muestra tradiciones y conocimientos de los países con los que se trabaja.

Hace poco, alumnos de primaria han elaborado un tríptico en varios idiomas para dar información sobre su centro escolar y el del resto de países miembros del proyecto. Una manera diferente de aprender idiomas con el objetivo de hacer sentir a los pequeños más europeos.