Miles de personas despidieron ayer a Pablo, el niño de 3 años que falleció arrollado por un tractor en la carretera Nacional 630 el pasado martes cuando salía de una tienda acompañado por sus padres y dos de sus abuelos. El funeral se ofició en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de Fuente del Maestre, localidad de origen de la familia, aunque actualmente todos residían en Hornachos, donde regentan un establecimiento de alimentación.

El pueblo de Fuente del Maestre se volcó ayer con la familia de Pablo. Soledad Herrero, segunda teniente de alcalde del ayuntamiento fontanés, indicó ayer a EL PERIODICO EXTREMADURA que "toda la localidad está entristecida, sobre todo porque se trata de un niño pequeño y porque es una familia conocida en el pueblo, aunque en estos momentos residan fuera".

Esta sensación de tristeza también se sintió ayer entre el profesorado y en todo el alumnado del colegio público Nuestra Señora de los Remedios de Hornachos, donde asistía a clases desde el pasado mes de septiembre en su primer año en una escuela.

Por otro lado, los dos abuelos del menor que también resultaron heridos en el accidente continúan ingresados en distintos centros hospitalarios de Mérida y de Badajoz recuperándose de sus heridas. De los dos, la abuela, una mujer de 57, fue la que peor parada al sufrir un traumatismo cranoencefálico y heridas importantes en la pierna izquierda. Aún así, no se teme por la vida de ninguno.