Con música y mucha gastronomía han disfrutado los almendralejenses de la primera feria del año celebrada en la ciudad: la cuarta edición de la feria gastronómica, que ayer se clausuró en el recinto ferial.

El XI Salón del Vino y la Aceituna cedió el sábado el protagonismo a este certamen que nació como una actividad complementaria al primero. Desde el viernes al mediodía y hasta el domingo, el recinto ferial congregó a miles de personas entre las carpas (las de las tapas y la de venta de productos) y la asistencia a actividades lúdicas y musicales. Aunque fue el sábado por la noche cuando mayor número de público hubo.

La mayoría de los quince restaurantes de la carpa de las tapas se mostraron satisfechos por la asistencia, llegando a agotar, en algunos casos, las raciones en la madrugada del sábado. Por su parte, los 22 establecimientos de la carpa gastronómica también atendieron a mucha gente, provocando el retraso a la hora de cerrarla.

En cuanto a las actuaciones musicales, tanto el viernes como el sábado por la noche, miles de personas se concentraron en la plaza del ferial para ver y oír al El Desván del Duende, la primera noche, y a Amadablan y Celtas Cortos, que ofrecieron más de tres horas de concierto el sábado por la noche. Mientras, cientos de jóvenes invadían las zonas de aparcamiento para celebrar el botellón . Por otro lado, el sábado, al mediodía, también se pudo disfrutar en el ferial de un espectáculo de doma vaquera a cargo de Pedro Gómez e Hijos.

FESTEJO TAURINO Otro de los acontecimientos lúdicos que ha tenido lugar este fin de semana en Almendralejo y que ha contado con visitantes de fuera ha sido el festejo taurino. La plaza de toros se llenó, como estaba previsto, y el público vio como Julián López El Juli y Miguel Angel Perera salieron a hombros del coso taurino. Cada uno cortó tres orejas y el otro diestro del cartel, Enrique Ponce, cortó. Los tres lidiaron toros de José Luis Pereda en una tarde de sol, pero con frío en la plaza.

FIN DEL SALON Y LA FERIA Esta cuarta edición de la feria terminó ayer por la noche. Mientras que algunos aprovechaban hasta el final el fin de semana, los restaurantes, bares de la movida y establecimientos comenzaban a desmontar los estands de las carpas después de cuatro días de duro trabajo.

Por su parte, el XI Salón del Vino y la Aceituna de Extremadura también cerraba sus puertas el sábado a las cuatro de la tarde registrando ese día una numerosa entrada de público hasta el último momento, como había ocurrido entre el miércoles y el viernes, días en los que abrió solo para profesionales del sector.