Una de las causas por la que España acabó expulsando a los Judíos fue la extendida práctica de la usura entre los acaudalados de ese pueblo en diáspora, aprovechando que estaba muy mal visto en aquella época por la religión oficial. Así se acabó de un plumazo con gran parte de las "deudas públicas" de los reinos cristianos peninsulares. Pero, ¿de dónde podríamos echar hoy a los que con sus malas prácticas financieras han originado la actual crisis económica? Esos que aún siguen teniendo la capacidad de vapulear Estados e hipotecar su futuro a través del préstamo usurero; en esta era espacial, quizá podríamos meterlos en un cohete y expulsarlos del planeta. Porque, uno se pregunta, ¿cómo es posible hacerse con esas enormes fortunas sino con las ilícitas maniobras especulativas que esos desalmados financieros de Wall Street han realizado a gran escala, moviéndose perversamente por los entresijos del sistema económico globalizado hasta casi llegar a reventarlo?

Ahora, resulta que para que todo vuelva a la normalidad económica que esos improductivos mercaderes del dinero han violentado, son necesarias medidas que recortan derechos y rebajan la calidad de vida del pueblo llano. Por ejemplo, flexibilizar el mercado laboral (inútil eufemismo) y recortar el gasto en políticas sociales. Con ello nos pareceremos algo más al país donde un laissez- faire neoliberal ha originado la crisis financiera que ha dado lugar a la crisis económica que ha conducido a la caída de los ingresos del Estado que nos ha llevado, finalmente, a lo que todos sabemos y no todos en la misma medida sufrimos. Y vuelta a empezar...