Imagínense un mundo donde la gente no puede morir de forma natural y en el que el protagonista que descubre esa nueva capacidad humana trata de atravesar por distintas civilizaciones y sociedades del futuro con la idea de seguir sobreviviendo. En torno a esta rocambolesca fantasía gira un libro muy especial que ha sido escrito por nueve autores de Almendralejo de forma cooperativa y con un fin solidario. Morirse no es cosa de tontos está conformado por quince historias distintas que plasma las ideas de cada uno de los escritores sobre cómo puede ser una sociedad del futuro, con sus perfecciones y defectos.

Tomás Fernández, de 36 años, ha sido el impulsor de un proyecto cuya recaudación será destinada a la asociación oncológica Tierra de Barros. "Quería compartirlo con gente e hice un llamamiento en Facebook. El mismo día reuní a nueve voluntarios y empezamos a escribirlo con un tema ya definido". Se unieron a la idea José Luis Valbuena, Antonio Serrano, Raúl Lopezosa, Sara González, Belén Cano, María Piedad Retamal, Loli Galeano y Lucía González, ésta última única escritora profesional. Tomás deja claro que la forma de escribir de cada autor se ha respetado y se ha animado a imbuir personalidades diferentes a un mismo narrador, "que como cualquier persona normal, va cambiando a lo largo de su vida y este personaje cambia mucho a lo largo de diez mil años". El ensayo esconde una reflexión filosófica "donde lo importante era transmitir la idea de cada personaje. Mi objetivo es que el lector, cuando termine cada capítulo, reflexione sobre la sociedad que puede tener por delante", apunta Tomás.

El impulsor del proyecto ya escribió su primer libro en 2014 llamado El último bar de la Tierra . Asegura que no le gusta que le llamen escritor, pues dice que no puede equiparar su nivel técnico y literario al de otros autores. La presentación del libro será este viernes, a las nueve en el Salón de Teatres. Allí podrá adquirirse a diez euros. También lo hay en la sede de la oncológica. Se han editado, de momento, 200 ejemplares.