Hace unos meses que la plaga del picudo rojo, un escarabajo que infecta a las palmeras de la variedad phoenix canariensis, llegó a Extremadura. Desde la Junta, a través de su oficina de Sanidad Vegetal, se sacó un decreto para que se hiciesen tratamientos preventivos e impedir que la plaga se propagase por toda la región. Aunque Almendralejo no figura en la lista de municipios afectados de la comunidad, desde su delegación de Parques y Jardines han informado a sus vecinos de que están obligados a realizar el tratamiento preventivo prescrito, en caso de tener alguna palmera en sus viviendas. Beatriz Palomeque, delegada del ramo, ha recalcado que es obligatorio y que, en caso de no llevarse a cabo, pueden ser sancionados si hay alguna inspección por parte de técnicos de la Junta.

Palomeque dio estas explicaciones para responder a las preguntas de muchos vecinos que estaban viendo bolsitas colocadas en la parte superior de las palmeras, especialmente en los parques de Santa Clara, de la Libertad y de la Piedad, donde existen muchos ejemplares de esta variedad. Esas bolsas sirven para inyectar el insecticida del tratamiento preventivo que impide el desarrollo del picudo rojo. Almendralejo actúa de esta forma contra esta plaga desde abril del 2015 y cuenta ya con seis certificaciones de la Junta sobre el tratamiento.

Para abaratar costes, Parques y Jardines ha adquirido un equipo con pértiga de inyección para aplicar el tratamiento y evitar tener que subcontratar el servicio a otras empresas. «El picudo rojo se come las hojas y la fibra del nido de las palmeras y es muy difícil verlo antes de que incluso la palmera esté afectada», explicó Palomeque.

La concejala dijo que en Almendralejo hay más de 1.500 palmeras de propiedad municipal «y todas están controladas» e instó a los vecinos a informarse en Sanidad Vegetal sobre qué hacer.