Da igual que esté en la otra punta de la ciudad o que esté al lado de casa, pero si le gusta su médico de cabecera allí se va dónde él ejerza. O en San Roque o en San José. Es lo que le pasa a la mayoría de los almendralejenses, que se muestran reacio a cambiar de médico.

El 13 de diciembre, el centro de salud de San Roque cumple el primer aniversario de su puesta en marcha, y hasta hace poco el Servicio Extremeño de Salud (SES) no ha equilibrado el número de cartillas que tienen los médicos de cabecera de los dos ambulatorios. Con la apertura del antes citado se repartieron los 14 facultativos que había en el de San José, siete para cada centro. Esto supuso hacer un reajuste de las cartillas y asignación de pacientes para cada médico.

A los ciudadanos se les dio opción de elegir: O seguir en el centro de salud donde estuviera, pero con otro médico de cabecera o trasladarse al nuevo centro si quería seguir con el de siempre si este se hubiese ido. Esta situación originó un desequilibrio de las cartillas, ya que en el ambulatorio de San José se dio el caso de que un médico había tenido 1.600 cartillas y en el de San Roque no superase las 700.

Tras varios meses de trabajo y de reajustes, el SES ha conseguido equilibrar las cartillas, teniendo el agravante de que durante este tiempo se han producido cambios en la plantilla, ya que a San José se incorporó un facultativo más. El último ha tenido lugar a principios de mes. Un médico de San Roque se ha cambiado al de San José porque otro de este se ha trasladado a Cáceres a trabajar. Así, en el primero se dejó una vacante que ha sido cubierto con el traslado de otro médico procedente de Badajoz. Según explicó el SES estos movimientos "no han supuesto problemas, pues en ningún momento se ha dejado de atender a los pacientes de estos facultativos".

Este movimiento de médico de un centro a otro puede provocar de nuevo que sus pacientes vuelvan a pedir el cambio de centro y se tenga que volver a reajustar las cartillas de los usuarios que, según el SES, son muy reacios a cambiar de profesional y prefieren ir a la otra punta de la ciudad para estar con él.