Almendralejo siempre ha sido una buena elección para comer y tomar copas. Por eso no es de extrañar que desde la Concejalía de Turismo, y en colaboración con diez hosteleros, se celebre estos días una nueva edición de la ruta de la tapa. En esta ocasión, se pretende fomentar el consumo moderado de vino entre los jóvenes. La oferta es variada e incluye delicias de nuestra tierra. El precio, 2,5.

A la hora de irnos de ruta podemos comenzar por el Cafetino, en la plaza de la Iglesia, donde nos servirán unas migas extremeñas o unas tostadas de caldillo o aceite y ajo con huevo frito. Bajando por Reina Victoria se llega a la calle El Pilar donde está Horno Santa Eulalia para probar queso de la Serena con espárragos verdes, huevos de codorniz y ventresca.

Casa Nogales

Siguiendo nuestra ruta llegamos a la calle Suárez Bárcena y visitamos Casa Nogales para comer chorizo ibérico, rollitos de pechuga de pollo en frío y boquerones en vinagre. En el Altozano nos encontramos el Museo del Vino, bar donde sirven albóndigas de cerdo confitadas de tomate, tostas de piquillo con rulo de cabra y brocheta de rape.

En la Marisquería La Piedad, en la avenida de la Paz, dan callos de ternera, cazón en adobo y langostinos, mientras que en la calle Ganadero está El que faltaba con boquerones en vinagre, chanfaina y tubo de calamar a la plancha. A su lado, La Leyenda, un buen lugar para comer caracoles en caldereta, cojondongo y costillas de cerdo en caldereta.

A esta lista se añaden, el bar América y sus tapas de rabo de cerdo con tomate, lengua estofada y callos a la extremeña. En la 630 se halla el hotel Dulcinea, que oferta callos a la extremeña, pierna de cerdo ibérico y caracoles en caldereta. Y como el orden de los factores no altera el producto, si lo desean pueden empezar por El Paraíso para degustar cocochas de merluza a la crema de queso, tostaditas de oli con gambas salteadas y ensalada de bacalao.