En torno a 1.500 almendralejenses vivieron con fervor y pasión el rosario procesional organizado por el décimo aniversario de la coronación canónica de la virgen de la Piedad. La patrona salió en procesión por las calles y pasillos del parque de la Piedad y realizó siete paradas para rezar los misterios gloriosos de la Biblia. Pero lo hizo con una particularidad: al son de las sevillanas que cantaba el coro rociero Cosita Buena. Fue una de las sorpresas del acto, un modelo tomado de los Amigos de Ginés, que ya lo realizaron con la virgen del Rocío.

Costaleros de todas las hermandades participaron para llevar en hombros a la Piedad ante la presencia de muchos vecinos situados en todos los rincones del parque. Fue uno de los actos más emotivos que se recuerdan en los últimos años, especialmente luminoso por un día de buen tiempo y agradable temperatura.