Ignoro cuántos miles de euros costará a los españoles el salvaje atentado. A buen seguro decapitar la Piedad de Avalos supondrán muchos millones de las antiguas pesetas, esas que sí pueden derrocharse a fin de acometer crímenes como el que denunciamos. Para esta barbaridad (nunca mejor usado el término desde la perspectiva histórica), propia de contemporáneos talibanes, parece que las arcas del Estado rebosan abundancias. Insultos son, ante semejante despilfarro orgiástico de ignorancia, los recortes de salarios y la subida de muchos impuestos. Una de las esculturas capitales del siglo XX, obra del extremeño Juan de Avalos, pasará por la guillotina de los nuevos y brutales vándalos. Apuntalada de hierros, con el manto ya destrozado, el rostro de piedra de la bellísima Piedad se cubrirá con un enorme biombo para evitar las fotografías de su ejecución, tras la sentencia inapelable y vergonzante de esta recrecida Inquisición . Los dictámenes de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o el de la Fundación Juan de Avalos, entre tantos, han sido desestimados por quienes, desde Patrimonio Nacional, obedecen al amo antes que a la honradez o a la profesionalidad. La caza de brujas para la obra este artista universal de Mérida ha comenzado. La historia juzgará a los Alaricos españoles del siglo XXI para cuya actividad en curso existe información en la web: www.elvalledeloscaidos.es. Hagan del Valle, señores políticos, Centro de lo que ustedes quieran, de todas las memorias que deseen, pero se puede construir sin la obligatoriedad de aniquilar, con la furia de incultos hunos, lo existente. Que en este caso prime la razón sobre la ¡piedad!