Los trabajadores de la residencia Las Mercedes, que forma parte de la fundación El Pilar, manifestaron ayer que el comité de empresa aceptó el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) al ser esta la única salida viable, debido a la situación en la que se encontraba, con "quiebra económica". Con este argumento respondieron ayer a las ocho extrabajadoras que lo han impugnado y reclaman, por la vía judicial, el pago de las indemnizaciones.

El ERE se presentó después de que la Fundación El Pilar, que gestionaba el hospital y la residencia de ancianos por separado, aprobase un cierre patronal que afectó a la residencia, y para que luego ambos centros pasasen a gestionarse de forma conjunta a fin de asegurar la continuidad de ambos. Esto planteó el citado expediente para el personal de Las Mercedes, ahora impugnado por ocho empleadas que denuncian que los representantes sindicales lo firmaron sin consultar a la plantilla.

Las condiciones que se pactaron fueron el despido de los trabajadores, que estos estuviesen un día en el paro, cobrar durante un mes la nómina a través del ayuntamiento y volver a ser contratados por la fundación para trabajar en su mismo puesto y con el mismo sueldo. Estas ocho mujeres decidieron, sin embargo, no seguir trabajando y cobrar la indemnización, aunque el jueves dijeron que aún no han percibido el dinero y reclamaban recuperar sus empleos, "que han sido ya cubierto por otras personas, que algunas de ellas son familiares de concejales".

Ante estas declaraciones, el resto de trabajadores emitieron una nota, en la que afirman: "Se firmó el ERE para salvar los puestos de trabajo, pues si la residencia continuaba con sus perdidas terminaría también arrastrando al hospital". Además, señalan que los tres representantes sindicales que lo firmaron transmitieron la situación a todos los trabajadores de forma individual y colectiva. Además, dos de ellos, Fernando Martínez y José Luis Cuéllar, añaden que la asesora de la Fundación, Rosario Rivas, "reunió a todo el personal en dos ocasiones para firmar el ERE"; dicen que las ocho "rubricaron con su firma, como todos los demás, estar de acuerdo con el ERE y con la indemnización que les correspondía por su despido". Luego les acusan de "insultar y amenazar a los representes sindicales" y añaden: "Solo buscan sacar el máximo dinero a la fundación y que se cierre".

Por último, informan de se están cobrando las indemnizaciones por despido de otros cuatro trabajadores y apoyan "el enorme esfuerzo que la nueva gerencia y el patronato están haciendo para evitar su cierre".