El equipo de gobierno espera que a principios del año que viene esté operativo el punto limpio de Almendralejo que se convertirá en la tercera ciudad de la región, después de Mérida y Plasencia, en tener uno de estas características.

La concejala de Medio Ambiente, Isabel Murillo, presentó ayer el proyecto de este punto limpio, que estará ubicado en el polígono industrial Tierra de Barros con la fachada mirando a la Vereda Corona y tendrá una superficie de 2.894 metros cuadrados. Ahora se licitarán las obras y se prevé que para finales de año esté construido, ya que el plazo de ejecución de las obras es de dos meses. Tanto la edificación como la dotación del equipamiento se financiará con una subvención de la Consejería de Industria de 208.218 euros.

Este punto limpio será "una instalación privada, cerrada y controlada ambientalmente que dispondrá de contenedores específicos para la recogida selectiva de aquellos residuos urbanos que requieren una recogida y tratamiento especializado", explicó la concejala.

Los ciudadanos podrán dejar en este punto limpio 22 tipos de residuos como son los fluorescentes, pinturas, disolventes y barnices, envases metálicos y de plásticos, pilas, radiografías, aerosoles, aceite doméstico, metales como el aluminio, chatarra, muebles, maderas, colchones y demás enseres, restos de obras menores, restos de poda y otros residuos vegetales, papel y cartón, plásticos, textiles, vidrio o electrodomésticos o electrónicos, entre otros. No se aceptarán aquellos residuos que estén sujetos a una normativa específica, como los neumáticos, residuos radioactivos, baterías o aceites de automoción.

Los consumidores solo tendrán que dejar los residuos en este punto limpio y los trabajadores del mismo se encargarán de separarlos. Después, se enviarán a los diferentes centros o empresas que se dediquen al reciclado de los mismos. Está previsto que trabajen en el mismo una o dos personas.