El alcalde José María Ramírez calificó ayer de "anécdota" el malestar que han generado en la policía local sus declaraciones en el último pleno. Ramírez reconoce que no hubo mala intención en sus palabras y que realmente "me preocuparía si la policía careciese de vehículos para trabajar o de medios de transmisión". El alcalde restó importancia a lo sucedido y reconoció que "no espero que la policía sea un medio de recaudación municipal".