Hace ya doce años desde que un grupo de mujeres comenzó a organizar por navidad el tradicional rastrillo de Nuevo Futuro. Ahora, una docena de años después, los salones del Obrero Extremeño albergan un mercadillo de solidaridad que busca fondos para mantener los dos hogares que la Junta de Extremadura tiene abiertos en Almendralejo y en el que viven diez menores. Desde ayer y hasta el próximo domingo, se podrán adquirir objetos de todo tipo. María Josefa González, miembro del proyecto Nuevo Futuro, reconoció que "lo más abundante son los muebles antiguos, en este caso son objetos que proceden de lugares muy diversos como, por ejemplo, Sevilla, Jerez de la Frontera o incluso Zafra".

Hay dos formas de sacar los objetos a la venta. Una es que los propietarios regalen los productos y todo el beneficio de la venta son para Nuevo Futuro. La otra vía es que al precio que pone el propietario inicial se le suma un porcentaje que también recae en el proyecto solidario.

ACTIVIDADES Pero el rastrillo de Nuevo Futuro no es sólo un punto de venta de objetos. Los organizadores del mercadillo pretenden que en los próximos días el Obrero Extremeño sean un punto de encuentro en la localidad y en toda la comarca de Tierra de Barros. Por ello, como cada año, se ha instalado un pequeño restaurante en el interior de los salones donde las personas que visiten el rastrillo podrán comer en mesas que se han instalado.

Finalmente, como novedad en la edición de este año en el exterior del Obrero Extremeño se ha instalado una carpa en la que se ofrecerán diversos espectáculos musicales. "La idea es que durante el próximo fin de semana, --explicó la propia González-- la zona sea una verdadera fiesta, para ello hemos preparado varias rifas y actuaciones flamencas". En definitiva, cinco días de venta de productos con la solidaridad como telón de fondo.