Todo empezó cuando durante la pasada Nochevieja tres personas que no han sido identificadas pusieron un petardo en la boca de un gato que, tras la explosión y un posterior atropello al quedar aturdido, murió después de ser eutanasiado para evitarle tanto sufrimiento. Este hecho fue denunciado por la protectora local de animales Recal y se ha hecho viral en la red y en los medios de comunicación, alcanzando una repercusión nacional. Ello se unió a varias denuncias de vecinos sobre la quema de petardos por parte de menores provocando ruido y, especialmente, terror y miedo en animales y mascotas.

Después de todo eso, un joven vecino de Almendralejo llamado Javier González propuso a través de la plataforma change.org una recogida de firmas en la que pide a ayuntamiento y Junta de Extremadura que se prohíba la venta de petardos y de todo tipo de material pirotécnico, así como su lanzamiento. La propuesta se ha lanzado a las redes sociales y, en apenas tres días, ya ha sido firmada por más de 80.000 internautas.

En esta petición, este vecino habla del suceso del gato denunciado por Recal, algo que considera un «ejercicio de sadismo». Añade que «los petardos, los malditos petardos y cohetes asustan no sólo a gatos y perros, sino a bebés, ancianos y personas con diferentes enfermedades. De nada sirve un bando informativo explicando que hay multas de 400 euros si luego no persigues a quien comete esta imprudencia», relata en el escrito.

Campaña policial / Al hilo de todo lo que está sucediendo, la policía local ha establecido una campaña especial de vigilancia sobre la utilización ilegal de material pirotécnico en la vía pública. Dicha campaña se está realizando con servicios de vigilancia y detección por agentes municipales vestidos de paisano y vehículos policiales camuflados que no despierten las sospechas de los infractores.

La policía aclara en su campaña que ningún tipo de petardo o cohete, adquiridos en establecimientos autorizados, pueden ser detonados en la vía pública sin contar con la correspondiente autorización municipal. Y añade que bajo ningún concepto pueden ser vendidos, adquiridos, manipulados o detonados por menores de doce años, siendo sus padres o tutores los responsables subsidiarios de las posibles infracciones.

Desde la policía local informan que han formulado varias denuncias en estos días por la detonación de petardos sin permisos. Varios jóvenes fueron denunciados por hacer explotar petardos en el parque de Santa Clara. Asimismo, en la calle Eugenio Hermoso han sido denunciados dos menores de diez años por hacer detonar un número considerable de petardos, siéndoles intervenidos abundante material pirotécnico.

Por otro lado, la empresa Piro Ex, situada en la avenida Rodríguez Ibarra, fue inspeccionada por agentes de la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, revisando toda la documentación y autorizaciones pertinentes. Hay jóvenes que han comprado ahí material careciendo de autorización pertinente.