Este año no tendrá lugar la celebración por separado de la Feria de la Vendimia y de la Fiestas de la Piedad, que anunció el año pasado el equipo de gobierno. Según explicó ayer el alcalde José María Ramírez la situación económica actual, afectada por la crisis, ha hecho que no se pueda llevar a cabo. "Si tenemos menos ingresos este año, evidentemente tendremos menos gastos", señaló.

El ayuntamiento pretende separar la celebración de esta fiesta que actualmente tiene lugar en agosto coincidiendo con las patronales, volviendo así a cómo se hacía hace unos años. De esta forma, estaba previsto que la Piedad se desarrollasen a mediados de agosto como es tradicional y la de la Vendimia se trasladase a septiembre con el fin de darle auge (como se hacía antes). "Aunque este año no se pueda por el tema económico y el recorte de gastos, seguimos teniéndola en mente para hacerla cuando sea posible".

Ramírez explicó que no tienen pensado que "sea una feria más de cacharritos", sino que sea "una feria con un tinte más cultural, pero a la vez festivo, como puede ser la Ruta Literaria sobre el Romanticismo". "Esta es la idea que tenemos y el modelo de feria que pretendemos tener con esta división, que no perdamos nuestras tradiciones y que la gente se eche a la calle a disfrutarla", añadió.