Renfe se ha comprometido a estudiar durante los próximos meses de verano las dos opciones que el ayuntamiento en pleno le ha propuesto para acabar con los problemas que genera la vía del tren por el casco urbano, y que son desplazarla 900 metros hacia la autovía o soterrarla. Tras el rechazo generalizado de los colectivos de vecinos, agricultores, y empresarios al anteproyecto para suprimir los siete pasos a nivel del municipio, Renfe debe dar respuesta a la petición municipal en breve.

Ayer, el alcalde José María Ramírez Morán explicó que es el momento idóneo para tomar una decisión, ya que el próximo año se van a mejorar las traviesas y al ancho de la vía del tramo entre Almendralejo y Mérida, y si el trazado se va a modificar esa inversión ya no sería necesaria.

BUENA PREDISPOSICION

El alcalde explicó que el presidente de Renfe, Miguel Corsini, ha mostrado una buena predisposición para estudiar la solución y reconoce que la mejor sería soterrar la vía del ferrocarril. "El tren pasaría por Almendralejo como si fuese un metro, aunque se trata de la opción más cara de las dos que el consistorio ha planteado a Renfe", indicó Ramírez.

Por su parte, Renfe, a la espera de tomar una decisión, ya ha mostrado su opinión ante la idea de desplazar la vía. Para los técnicos sería una opción negativa para el tren, ya que supondría alejar la estación de su actual ubicación en el casco urbano, por lo que el servicio perdería cercanía.

Ante esto, el alcalde manifestó que desviar la vía del tren tiene un alto coste pero, "se puede compensar porque ya no habría que eliminar los siete pasos a nivel municipales y Renfe se podría ahorrar en ese sentido alrededor de unos 5 millones de euros".

Además, otro beneficio que adquiriría la empresa encarga del ferrocarril en España sería el de la plusvalía de los terrenos que actualmente ocupa el trazado de la vía y que se podrían vender. De este modo, Renfe obtendría algunos beneficios añadidos a la operación.