Ayer se entregó a la Iglesia de San Antonio la imagen de la Virgen de la Inmaculada del siglo XVII, que ha sido restaurada durante los últimos diez meses ya que se encontraba deteriorada, gracias a la aportación económica de unos 12.000 euros de Cajalmendralejo.

Según el historiador José Angel Calero, cuando se realizó la exposición de imágenes religiosas con motivo de la coronación canónica de la Piedad, vieron que "ésta se encontraba muy deteriorada" y le propusieron su restauración a la entidad financiera que aceptó el proyecto. Para Calero se trata, "desde el punto de vista artístico, de una de las mejores piezas de Almendralejo, posiblemente una de las primeras de la imaginería de la ciudad". El restaurador ha sido Luis Peña de Llerena.