El centro universitario Santa Ana y el colegio público José de Espronceda sufrieron el pasado fin de semanas robos y grandes destrozos en las aulas, despachos y entradas a los edificios.

Ambos centros han sido objeto de este tipo de actos delictivos desde el pasado verano. En el caso de Santa Ana, los hechos se han repetido varias veces de septiembre, y en el de Espronceda es la séptima ocasión que es asaltado en un año y medio.

Según explicó la directora del colegio, Lola Barrios, "esta vez ha sido la más agresiva". Los autores del hecho destrozaron una valla metálica plegable, rompieron la verja y cristales de la ventana de una aula por la que accedieron y una vez en el interior deterioraron la cerradura de la puerta de secretaria con un extintor para poder abrirla.

Una vez dentro, tiraron por los suelos todos los archivos de alumnos, el resto de documentos y demás mobiliario.

Además, rompieron tres máquinas de cafés, una cristalera con un mosaico y se llevaron unos 600 euros que iban a ser empleados para pagar una excursión.

Según Barrios, el valor de los destrozos es mayor que el dinero que se han llevado y comentó que no tiene sentido lo que han hecho porque "en el colegio no hay nada que llevarse. Dinero nunca suele haber y los ordenadores tienen el sello de la Junta de Extremadura y por lo tanto no los pueden vender después".

Ante este nuevo hurto, tanto el centro como la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del colegio mostraron ayer su indignación y pidieron al ayuntamiento nuevas medidas para evitar más casos.

"Es triste que pase esto después de uns vacaciones y el fin de semana, porque además hay gente que se salta los fines de semana para hacer botellón en el patio y lo primero que hacen los conserjes el lunes es limpiar antes de que lleguen los niños", comentó.

ALARMA DE SEGURIDAD El primer teniente alcalde, Juan Manuel Forte, visitó ayer por la mañana el colegio junto al arquitecto municipal para ver los desperfectos ocasionados. Después, anunció que las herramientas que se pusieron tras los últimos robos no han sido suficientes y que ahora se tomarán más medidas.

Así, se pondrán verjas u otro tipo de cerramientos en las ventanas del centro, se instalará una alarma de seguridad y se ha solicitado a la policía local que intensifique la vigilancia por la zona, sobre todo durante los fines de semanas y periodos de vacaciones.

Por otro lado, responsables del centro cultural Santa Ana aseguraron ayer que durante las vacaciones de Navidad una o varias personas accedieron a las instalaciones y este fin de semana ha vuelto a ocurrir.

En esta ocasión, entraron al edificio donde se encuentran las aulas universitarias y han tirado por el suelo todo el mobiliario y papeles que había en ella, llevándose un ordenador portátil.