El número de cerdos sacrificados en las matanzas domiciliarias celebradas en Almendralejo durante la presente campaña ha superado ya los 180 gorrinos, según los datos Estadísticas del ayuntamiento.

Hasta el día de ayer, el registro ha recibido 91 solicitudes de ciudadanos para hacer una matanza domiciliaria. Según este departamento, la media de cerdos sacrificados en cada una es de dos, por lo que hasta ayer se han matado ya unos 180. En comparación con las cifras de la campaña anterior, el número se mantiene, ya que durante el 2007-2008 se sacrificaron 190.

No obstante, la campaña no ha finalizado todavía y el ayuntamiento y la Junta de Extremadura aún tienen abierto el plazo para poder practicar estas tradicionales matanzas hasta el 31 de marzo, por lo que la cifra de animales sacrificados aumentará aún, pese a que han sido los meses de diciembre y enero los preferidos por los ciudadanos para realizar esta práctica. Además, hay que tener en cuenta que esta campaña comenzó 21 días más tarde de lo habitual. El consistorio siempre ha publicado el bando de alcaldía con la autorización de las matanzas domiciliarias el 1 de noviembre, pero este año se sacó el 21 del mismo mes porque estaban a la espera de que la Administración regional aprobara varios requisitos pendientes para hacerlas.

OPINION DE EXPERTOS Así, ayer los expertos y asiduos a las matanzas domiciliarias comentaron que la crisis económica y financiera no ha causado ningún descenso en la práctica esta tradición regional ni repercutido en ellas. Además, señalaron que el frío y las constantes heladas de este invierno han ayudado a mantener la cifra, ya que el frío hace que los embutidos se curen antes de tiempo, por lo que los ciudadanos se han animado a última hora. Por último, apuntaron que cada vez más familias optan por comprar la carne del cerdo, aliñarla y embucharla ellos mismo, evitánse de esta forma tener que matar al cerdo, se trabaja menos pero siguen celebrando las matanzas.

El descenso brusco de matanzas domiciliarias celebradas en la ciudad se produjo entre los años 2004 y 2006, ya que en la campaña del 2004/2005 se sacrificaron 320 cerdos frente a los 207 del 2005/2006. Más de cien animales de diferencia. Mientras que las cifras del 2002/2003 y 2003/2004 fueron de 388 y 226 respectivamente, y las del 2006/2007 fue de 188.

Estas reducciones se producen al estar prohibido tener animales en el casco urbano, por el cambio de alimentación de las familias e incluso por el desarrollo urbanístico de la localidad, ya que muchas de las nuevas edificaciones no permiten que se hagan.