Santi Barragán tiene una meta: volver a saborear un título sobre su motocicleta. El almendralejense ha comenzado el FIM CEV Repsol con un meritorio tercer puesto en la carrera disputada en el circuito de Cheste, en Valencia, aunque reconoce que el resultado le "sabe a poco" por el dominio insultante que había exhibido durante todo el fin de semana. Un fallo en el cambio de marcha, a pocas vueltas del final, le provocó una salida de pista cuando dominaba en cabeza, viéndose relegado al tercer puesto. La victoria recayó en el chileno Maximilian Scheib (BMW) por delante de Alejando Medina (Yamaha). Barragán había demostrado ser el más fuerte logrando la pole en los entrenamientos y llevando el mejor tiempo en el warm up , el entrenamiento libre previo a la carrera. Su próxima cita en el calendario es el 29 de mayo, en el circuito de Motorland de Aragón.

El balance es más que positivo si miramos atrás. "Hace dos meses no sabía si iba a correr. No tenía equipos". Entonces apareció el Targobank Easyrace, con el que llegó a un acuerdo rápido. En los primeros entrenamientos se cayó y se rompió la clavícula pasando por quirófano. Apenas ha tenido una semana para preparar la carrera en Valencia. No ha podido probar ni la moto ni hacer un entrenamiento físico específico. Detalles que dan realce a su resultado.

SINCERO El nuevo campeonato CEV Repsol nace fruto de la división en dos del antiguo Campeonato de España de Velocidad. Cuenta con un carácter más internacional. El que fue campeón de Europa de Superstock 1000 en 2010 no se olvida de la élite, aunque confiesa que no todo depende de resultados deportivos: "Tengo claro que lo único que quiero es ganar este campeonato, sea como sea. Luego sabemos que no es fácil y que todo depende de dinero y patrocinadores. Soy consciente de que ganar este campeonato no me abre ninguna puerta", asegura.