Si los plazos marcados por los sindicatos no sufren alteraciones, el sector de la industria vitivinícola de Extremadura tendrá un convenio laboral colectivo en los meses de septiembre u octubre. Este acuerdo afectará a 3.600 trabajadores de toda la región, 2.500 de ellos en la comarca de Tierra de Barros.

El pasado lunes, los sindicatos y la patronal constituyeron en Almendralejo la mesa de negociación que a partir de ahora trabajará en acercar las posturas entre las dos partes. Representando a los sindicatos figura UGT y CCOO, mientras que en la parte empresarial se encuentra la asociación de Industriales Vinícolas de Badajoz (Inviba), la Asociación Vinícola de Extremadura (Asevex) y Unexca. La próxima reunión se celebrará el próximo día 29 de julio. En ella, la patronal deberá responder y matizar la plataforma conjunta de propuestas que el lunes le entregó el grupo sindical.

TRANQUILIDAD

Según explicó a EL PERIODICO EXTREMADURA el secretario de acción de la Federación Agroalimentaria de UGT, Luis Seco, "lo que se pretende es dotar de tranquilidad al sector y fomentar la igualdad entre unas empresas y otras para que las propias industrias no se roben los trabajadores unas a otras, como pasa ahora".

Seco explicó que se espera una negociación dura como es la tónica general. De todas formas, en principio el talante de unos y otros es muy positivo. "Pretendemos celebrar reuniones cada semana para conocer cómo se desarrolla la negociación, pero ahora en agosto será más complicado, aunque nosotros estamos dispuestos a renunciar a nuestras vacaciones", señaló Luis Seco.

Finalmente, los objetivos del convenio son los de regular un sector que actualmente sólo posee un laudo que fija los salarios mínimos de los trabajadores. Esta circunstancia lleva a situaciones que el sindicato tanto UGT como CCOO están denunciando.