Ayer se cumplió el primer aniversario de la firma del protocolo de hermanamiento entre Almendralejo y la localidad orensana de A Rúa. En ese escrito, que se aprobó solemnemente en la capital de Tierra de Barros, se recogen diez puntos que a modo de mandamientos indica cuáles deben ser los cauces idóneos por los que ha de discurrir la relación fraternal iniciada entre ambas villas.

Sin embargo, con el paso del tiempo se ha demostrado que ninguno de esos diez puntos se ha llevado a la práctica. El asunto tercero del protocolo establece que "las actuaciones serán desarrolladas con arreglo a las siguientes actividades: relaciones sociales, culturales, económicas, deportivas y turísticas". De ellas, sólo la presencia de una comitiva de rueses en el IV Salón del Vino colma alguna de esas pretensiones reflejadas en el papel.

Los alcaldes de las dos localidades coinciden al argumentar que el año electral ha pasado factura a las relaciones de hermandad. El mandatario almendralejense, José María Ramirez, asegura que "el periodo electoral supone dejar de lado los actos más festivos y luego la constitución de los ayuntamiento ha hecho que la devolución de la visita a A Rúa se haya retrasado".

El alcalde de A Rúa, José Vicente Solarat, aclaró que su ayuntamiento ya está buscando fecha para inaugurar una avenida y un paseo que llevarán el nombre de Almendralejo. "En abril --dijo Solarat-- esperamos inaugurar la calle y recibir la visita de los extremeños. Además los animo porque parece que los rueses vamos más a Almendralejo que lo que ellos vienen".

José María Ramírez expresó su deseo de que abril se desplacen más de tres autobuses de Tierra de Barros a Galicia para devolver la visita a los rueses. Por su parte, Solarat indicó que para el 2004 la idea es establecer tres fechas fijas al año en las que realizar actividades que potencien el hermanamiento.