El mal estado de los campos de césped en las últimas semanas, tanto en el estadio municipal Francisco de la Hera como en la ciudad deportiva, han obedecido a un problema ya localizado y que consiste en que la sal se ha filtrado en el agua de riego y ha provocado que la hierba no creciera con naturalidad, ofreciendo un aspecto seco y maltrecho. Tras varios análisis, el problema ha sido detectado por los responsables de su mantenimiento y se ha puesto en marcha un tratamiento químico que está surtiendo efecto casi en tiempo récord.

Explica la concejala de Parques y Jardines, Beatriz Palomeque, que ha costado dar con el problema. "Hemos tenido que hacer varios análisis y pruebas. Al principio pensábamos que podía ser de las altas temperaturas, pero luego vimos que no. En la analítica del agua aparecía sal, el peor enemigo de cualquier hierba, algo que le impedía que creciera y que la grama prosperara incluso por encima del césped". Los trabajos de investigación dieron con una filtración en uno de los dos pozos con los que se abastece agua al césped del recinto. Según los expertos, los pozos están bajando mucho y la sal se concentra. Esta puede proceder de vertidos históricos que, en ciertas partes, mantienen contaminado el acuífero de la ciudad.

Una empresa de la localidad se está encargando de realizar un tratamiento de magnesio con abonado químico y los resultados están siendo satisfactorios dos semanas después. Desde la concejalía creen que, en unas semanas, la mejora será aún más evidente. Al inicio del tratamiento comenzó a regarse con agua de la red y el proceso irá cambiando poco a poco al de los pozos, en función de cómo vaya recuperándose el césped. El problema de drenaje que tiene el estadio provoca que se tenga que hacer en riegos cortos, cada media hora, "para que se vaya lavando y evaporando".

El mismo tratamiento están siguiendo los dos campos de la ciudad deportiva, ya que desde hace unas semanas el problema era similar. La bajada de los pozos y la sal concentrada en ellos ha sido el detonante.