El gobierno local prevé recibir en octubre el documento del Plan General Municipal (PGM) que incorpora las modificaciones enviadas por el consistorio para su inclusión por parte del equipo que lo ha redactado, según anunció ayer el alcalde, José María Ramírez Morán.

Desde hace meses, los redactores están introduciendo los cambios que el ayuntamiento les indicó tras estudiar las alegaciones presentadas al texto inicial. En este sentido, Ramírez avanzó que esas modificaciones afectan a diez asuntos generales e importantes "que cambian algunas de las materias que se habían planteado inicialmente", y añadió que "de todos los temas más polémicos", muchos de ellos van a quedar resueltos, pero sin que se cambie para nada el criterio general que aprobó el ayuntamiento, pues, recordó, al fin y al cabo se aprobó por unanimidad, aunque puntualizó que "si había errores hay que subsanarlos".

Ramírez reconoció que es "un poco imposible" enumerar todos los cambios que se han incluido, pero detalló que algunos de esos diez cambios importantes afectan a la avenida Presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra (donde se mantienen todas las edificaciones actuales), las calles El Parque y Era de la Piva (que será zona residencial con dos alturas), las Pizarrillas cambiará la fisonomía), a las casas protegidas, a las alturas de las viviendas en determinadas calles (para que no existan una desigualdad) o la ocupabilidad en los diferentes polígonos industriales.

PLANTEAMIENTOS No obstante, sí avanzó lo que se contempla en líneas generales para la zona centro. "Tenemos que intentar no hacer barbaridades en demasía, sobre todo con las alturas, la ciudad está muy densa ya para acoger más servicios, desde un contenedor hasta un conducto del agua, y en muchas calles hay viviendas de una o dos alturas y de repente un edificio con seis alturas o cinco y hay que evitar que se produzcan más desequilibrios; también es una zona donde tiene que propiciarse la peatonalización", explicó.

En cuanto a las zonas en expansión, señaló que se plantea hacia la carretera de circunvalación mientras que la residencial se centra principalmente en cubrir los "huecos que tenemos", como el de la calle Alberca o Rafael Alberti, y después ir creciendo desde la vía del tren hasta la autovía. Además, resaltó que hay que hacer una apuesta por conservar los "patrimonios singulares y tradicionales" y los cauces de los arroyos. "Por ejemplo, todo el mundo asocia el arroyo Harnina al mal olor y a la suciedad, pues tiene posibilidades de convertirse en algo muy importante", pronosticó.

A pesar de estas modificaciones, aseveró que "las líneas generales, los retos y el objetivo principal" del PGM siguen siendo los mismos. "Los retos siguen siendo iguales que antes, pero dependerán de que los vecinos se echen para adelante y lo que tiene que hacer el ayuntamiento es que en aquellas zonas donde hay interés por urbanizar, como por ejemplo ocurre ahora en la calle El Parque, busquemos los instrumentos con el plan antiguo o el nuevo para buscar las herramientas y hacerlo", precisó el alcalde socialista.

De esta forma, consideró que "lo importante" es que se haga cumplir la ley y si esta dice que "en una determinada zona va un parque, se hable y se decida entre todos ponerlo en un sitio o al lado"."En definitiva, de lo que se trata con este PGM es plantear una ciudad, por dónde va a crecer de manera residencial, económica e industrial, con qué volumen, altura y con qué reservas para equipamientos contamos", añadió.

El alcalde también tuvo palabras para la reacción que hubo en la ciudad al conocerse el nuevo PGM, ya que resaltó que "hubo gente a la que no le gustó el planteamiento, que es normal, y otra que ha estado mal informada, aunque se ha dicho hasta la saciedad lo que se va a hacer, se han dicho barbaridades y al menos cuando se les ha explicado bien se han dado cuenta de que no era lo que decían".

Una vez que el equipo de gobierno disponga del PGM con las modificaciones tendrá que revisarlo y después habrá que aprobarlo en pleno. Al ser las modificaciones que se han hecho "sustanciales, y no accidentales", la ley exige abrir un período de información pública de dos o tres meses para que los ciudadanos puedan volver a presentar alegaciones a todo el documento.

ULTIMOS MESES Una vez estudiada dichas alegaciones e incluidas, si procede, al documento, este deberá mandarse a la Junta de Extremadura para que lo estudie y vea si cumple la legalidad. Una vez recibido el visto bueno del Gobierno regional se tendrá que aprobar, de nuevo, en pleno y ya de forma definitiva. Cuando se publique en los correspondientes diarios oficiales será cuando entre en vigor.