En este mundo, donde la avaricia y el interés son tan frecuentes, todavía hay gente que no cambia tiempo por dinero, sino que ofrece tiempo por voluntad. Personas que interpretan la vida con otros códigos y ponen su reloj a disposición del que lo necesite. "Para mí es una enorme satisfacción. Llevo 41 años trabajando de profesora, siempre cobrando. En todo momento he querido hacer otras cosas y, desde que me jubilé, invierto mi tiempo en ayudar a los demás", explica Mercedes Esperilla, una de las 65 personas que integran la Plataforma del Voluntariado de Almendralejo, un movimiento que nació en abril de 2014 para crear una red de gente solidaria en la ciudad. De momento, sólo colaboran en actividades que se organizan desde el ayuntamiento, preferentemente de índole deportiva y social.

En año y medio han participado colaborando en los Jedes, en maratones, en el cross popular o en la Ruta del Romanticismo. Los hay quienes proponen actividades para sumar. Es el caso de Aniceto Mesías. Su condición de enólogo ya jubilado le ha llevado a prestarse como guía voluntario para mostrar a los alumnos de Aprendizext cómo se produce y elabora el vino en una bodega. O el caso de Juan Caballero, experto taurino, quien complementa en las excursiones de turistas a la plaza de toros. Mientras la guía explica la historia del coso, Juan cuenta anécdotas curiosas a los visitantes.

La plataforma ha organizado recientemente su primera convivencia donde 35 de estos voluntarios han recibido un diploma por su continua actividad. Cinco de ellos, los que más horas han dedicado, han recibido el disco de Teodosio: María Antonio Alcalde, Jonathan Salguero, Francisco Marrufo, Mercedes Esperilla y Alonso Campillejo.

Pronto podría firmar con la empresa Comser un convenio que permita a voluntarios trabajar con mayores. Y quieren más. Han pedido al consistorio recibir clases de primeros auxilios para cuando estén prestando ayuda en pruebas deportivas ante cualquier incidente. Algunos, como Mercedes, lo dejan claro: "Y que no nos regalen nada. Lo bonito es hacer las cosas así, sin recibir nada a cambio".