Rosa Martín Avila, una vecina de la calle Mártires, ha denunciado siete veces ante la policía local en los últimos ocho años al Círculo Mercantil por los ruidos que genera la música del local en la celebración de las fiestas que suele realizar el negocio.

La primera denuncia se tramitó el 17 de diciembre del año 1996 y, desde entonces, se han sucedido seis más. La última se presentó el pasado 20 de febrero por el mismo motivo. Martín explica: "Cuando la música suena lo hace hasta las cinco o las seis de la mañana y yo no puedo descansar ni dormir". Rosa Martín vive en la quinta planta de un bloque de pisos que se levanta enfrente de la fachada principal del Círculo Mercantil.

LOS DAÑOS La afectada, que habita su domicilio junto a su hijo que también sufre las molestias de la música, asegura que la situación le afecta bastante en su trabajo, ya que muchos días, sobre todo los domingos en los que le toca trabajar, acude a él sin poder descansar lo suficiente.

Tras más de ocho años de denuncias, lo único que ha conseguido ha sido que el ayuntamiento, en la junta de gobierno local del 31 de enero, solicitase al Círculo Mercantil que presente un proyecto para tramitar la licencia de apertura que ampare las celebraciones con música que organiza y, hasta que no presente esa documentación, se "le niega al local la autorización municipal para ofrecer fiestas con música en su edificio".

Sin embargo, ese acuerdo del ayuntamiento se incumplió el pasado 19 de febrero cuando el Círculo Mercantil ofreció su última fiesta con motivo de San Valentín. Un día después, Rosa Martín presentó su última denuncia ante la jefatura de la policía local. Además, los últimos movimientos de la afectada para intentar acabar con el problema han sido pedir en el servicio de racionalización de actividades de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta un estudio de medición de los ruidos que se generan en el citado local.

LA RESPUESTAS Por su parte, el presidente de la Sociedad Recreativa Círculo Mercantil, José Alonso, explicó ayer a EL PERIODICO que la denunciante "debe tener algo contra nosotros, ya que en 87 años de historia ningún vecino de la zona se ha quejado por los ruidos que dicen que se generan en las celebraciones". También aseguró que en la sociedad "sólo se organizan fiestas los días de la feria de la Piedad, en Nochevieja y en San Valentín, al margen de las bodas de algunos socios, que no son mas de una o dos cada año".

Ante el acuerdo de la junta de gobierno local que impide al negocio celebrar más fiestas hasta que presente sus permisos, el presidente afirmó: "No vamos a dejar de organizar actos, antes de hacer eso deberán adaptarse a la ley todos los bares y todas las industrias de Almendralejo. Hasta el ayuntamiento incumple leyes, como, por ejemplo, la de accesibilidad".