La empresa Viñaoliva Sociedad Cooperativa prevé tener acabada la nueva destilería que construirá en Almendralejo dentro de un año, para la próxima campaña de vendimia, según señaló ayer su responsable, Miguel Castañeda.

Viñaoliva decidió abrir una nueva destilería en la ciudad ante la decisión de la industria Vinibasa de cerrar debido a las quejas de los ciudadanos por los malos olores que provocaba su actividad y ante el "problema que suponía su cierre al sector vitivinícola al no tener unas instalaciones para quemar el orujo", aseguró el responsable.

Estaba previsto que esta nueva destilería estuviera lista para la presente campaña, pero algunos retrasos en el proyecto no lo han hecho posible.

Al no estar lista, Viñaoliva optó al inicio del verano por comprar toda la maquinaria de Vinibasa, que además le ha alquilado sus instalaciones para poder llevar a cabo la quema de orujo de esta campaña.

Según, explicó ayer el gerente de Vinibasa a este periódico, Luis Carlos Zuzarte, ellos no tienen ya nada que ver con la actividad de esta campaña que se ha iniciado hace un mes. Ahora Viñaoliva gestiona la campaña hasta febrero para poder llevar a cabo la quema de orujo. Castañeda señaló ayer que se ha tratado de una medida para no perjudicar al sector y "fundamental para que la vendimia sea tranquila".

No obstante, Castañeda dijo que ya tienen adquirido los terrenos, a 5,5 kilómetros de Almendralejo en la carretera de Arroyo de San Serván. Aseguró "que ahora hay que sentarse para hacer una planificación real del trabajo y del comienzo de la obra civil de construcción para poder contratar a la empresa que se encargue de ejecutarla y para empezar de inmediato".

Castañeda señaló que el principal objetivo de Viñaoliva es el de tener lista la destilería dentro de un año, pero reconoció que hay una posibilidad de que ésto no ocurra. "En ese caso no hay que utilizar Vinibasa otra vez", añadió. "Lo único que queremos es ser exquisitos con nuestros compromisos con el ayuntamiento y con Almendralejo, por lo que intentaremos que todo esto sea lo más corto posible", dijo.

Viñaoliva prevé tratar 15 millones de orujo en esta campaña en las instalaciones de Vinibasa. Castañeda dijo que el 33% de la producción de la zona se ha derivado a la industria de Villafranca de los Barros. "En una sola alcoholera es imposible, siempre hay que derivar el subproducto de la zona a otra".