En un año de miradas al pasado de la guerra civil española, dos escritores nacidos en Extremadura, Javier Cercas y Dulce Chacón, propiciaron argumentos desde la narrativa a esta revisión de fuerte carga emocional. Sus novelas tuvieron además un eco destacado dentro de la comunidad autónoma y por eso encabezan este resumen cultural del año. Cercas culminaba la irresistible ascensión a la fama recibiendo el premio Extremadura a la Creación (que también obtuvieron Ernesto Sábato e Irene Cardona) por Soldados de Salamina , un ensayo narrativo en torno a la guerra civil y sus héroes.

Dulce Chacón amplía los límites de la ficción, pero se mueve desde este terreno. La voz dormida toma datos de la realidad (las presas republicanas encarceladas por el franquismo) para construir una ficción emocional que atiende a quienes no pudieron expresar sus tragedias en su momento. Al margen de esta narrativa de raíz históricas, algunos de los principales autores extremeños continuaron cimentando sus trayectorias con nuevas obras que ampliaban o modificaban su obra anterior: Alvaro Valverde (Mecánica terrestre ), Javier Rodríguez Marcos (Frágil , que ganó además el premio Ojo Crítico de poesía) y Julián Rodríguez Marcos (La sombra y la penumbra ).

Alguno regresó de un cierto olvido (Víctor Chamorro, ganando el premio Café Gijón de novela) y otro cimentó su autoridad como traductor (Angel Campos, publicando una antología poética de Pessoa y otra sobre Eugenio de Andrade). Mediero sumó un volumen más a sus Obras completas teatrales, Juan Copete hizo lo mismo, pero con sus obras incompletas, con Aullidos y Al calor tibio del frío andén , y Miguel Murillo ascendió al altar del premio teatral Lope de Vega con Armengol .

MEMORIA

La memoria literaria extremeña se oxigenó con la publicación de Pensión , una novela publicada en los años 50 por Juan José Poblador y, sobre todo, con la puesta en marcha de la Fundación Jesús Delgado Valhondo y la poesía completa de Enrique Díez-Canedo, que rescataban voces fundamentales para la literatura en Extremadura.

La mayor operación artística del año en la región fue el compromiso de compra del legado de Godofredo Ortega Muñoz, uno de los grandes paisajistas del arte español del siglo XX. Pero el Ministerio de Educación y Cultura renunció a aportar el 50% de su parte, 150 millones de pesetas. Su poca producción se ha podido conservar en manos de la familia gran parte de su obra. La Junta de Extremadura pretendía, junto al Ministerio de Educación y Cultura, obtener más de 80 cuadros que se repartirían al 50% ambas instituciones.

Al margen de ello, la segunda edición de Foro Sur, una feria de arte contemporáneo celebrada en el Cáceres monumental, afirmó las bases de su futuro, aunque no logró despertar grandes entusiasmos entre los coleccionistas, el sector hacia el que se dirige en parte.

De las exposición del 2002, pueden mencionarse tres: la amplia antológica dedicada al realista Eduardo Naranjo, que no pudo verla en el que hubiera sido su lugar natural (el MEIAC de Badajoz) sino en el Museo de Bellas Artes; y las de los que quizá sean los artistas de mayor proyección española del siglo XX: Picasso (grabados) y Miró (litografías).

Este año ha sido el del despegue de la Orquesta de Extremadura, que bajo la dirección de Jesús Amigo ha consolidado en muy poco tiempo una oferta musical variada, una programación estable y un abono para toda la temporada.

El regreso de la banda cacereña Coup de Soup fue breve, sólo por un día, para presentar un disco recopilatorio de sus canciones más representativas, que su público recibió en un concierto en el Gran Teatro.

Quienes estiraron el año fue Estopa. Los hermanos Muñoz arrasaron con su rumba pop y su álbum Destrangis y fueron nombrados hijos predilectos del pueblo de sus padres (y suyo durante las vacaciones de verano del pasado) Zarzacapilla.

La furia iconoclasta de Extremoduro se mantuvo en su nuevo disco, que exhibía una contundente portada con Robe Iniesta disfrazado de Cristo con pistoleras. Pero no hubo escándalo más allá de la curiosidad de ver a un tipo que aunque no provoque mantiene las ganas de provocar. Más sosegado, pero igualmente reivindicativo, dio a las prensas Luis Pastor Soy , un repaso a su memoria de emigrante y a la inmigración.

Los ecos del mundo volvieron a reflejarse en el Womad, este año algo alejado de anteriores polémicas sobre su ubicación. Hubo festival, hubo mucha gente y música, claro, pero nada hubo que indicara, de nuevo, sobre su seguridad futura. Quizá el Womad lleve sobre sí esa seña característica de su provisionalidad, pero ahí aguanta.

CAMBIOS

¿Qué hacer cuando todo está hecho? Volver a cambiar. Esto parecen pensar los responsables teatrales de la región, cuando plantearon este año un nuevo marco de reglas del juego para el mapa teatral de la región. El debate está aún abierto, pero las citas principales (los festivales) se mantienen inalteradas: es allí donde puede verse gran parte del mejor teatro que pasa por Extremadura cada temporada: el que ofrece Mérida (cuyo nivel entró de lleno en lo que puede denominarse festival de referencia con los estrenos de Troya siglo XXI , la irrupción teatral de Angela Molina, o las presencias de los directores Lluís Pasqual (Edipo XXI ) y Peter Stein (Pentesilea ), la coreógrafa Blanca Li (El sueño del minotauro ) o la pianista Maria Joao Pires.

La actriz extremeña Maruchi Fresno regresó de la mano de Lope de Vega a Cáceres para abrir el Festival de Teatro Clásico de Cáceres con La dama boba . Esta muestra mantiene su línea exhibición escénica a partir de la recopilación que se hace en España de montajes clásicos.

Badajoz ofreció la versión contemporánea del teatro y dio cabida para estrenos de grupos extremeños (Al Suroeste: Cara de plata , Suripanta: Woyzec ), con producciones nacionales e internacionales.

El cine ha sido el último en incorporarse a la rueda cultural extremeña. Lejos aún de la producción de largometrajes, la de cortos da pasos que no tienen vuelta atrás. La puesta en marcha de la Filmoteca, que entrará en funcionamiento en el 2003, cubrirá amplias carencias de la cultura cinematográfica.