A El Arbol le han acabado pesando en exceso las ramas. La cadena de supermercados, que desembarcó en 1990 en España y 1998 en Extremadura, acaba de presentar a los sindicatos un expediente de regulación de empleo y un plan de viabilidad para sacar a flote el barco. La mala gestión y un crecimiento desmedido --basado en compra tras compra-- han llevado a la compañía al borde de la quiebra.

La solución es cerrar 194 tiendas, lo que afectará a 1.790 de los 8.000 trabajadores de España. Extremadura será una de las comunidades más afectadas, ya que la compañía proyecta clausurar 56 establecimientos y despedir, recolocar o prejubilar a 370 trabajadores. El Arbol desembarcó en la región con la adquisición de dos cadenas de 200 supermercados pero la compra se le ha atragantado. Según ha reconocido la propia empresa, sus precios son caros, su plantilla está desmotivada y los márgenes comerciales se han deteriorado enormemente.

Juan Pascual, nuevo consejero delegado y a la vez director general, justifica la sangría de tiendas y empleos en que es la única salida que le queda a la compañía para darle la vuelta a sus resultados, que caen en barrena desde 1997. Los supermercados de la región han visto descender sus ventas un 20% entre enero y junio del 2002 en relación a igual periodo del año anterior. Además de la mala gestión y la voracidad expansiva, los sindicatos han criticado de El Arbol (antes denominado grupo Unigro) la escasa sintonía de su política comercial con los gustos del cliente.

LOCALIDADES AFECTADAS

Los cierres en Extremadura afectan tanto a supermercados de las marcas El Arbol (36) y Spar (14), como de almacenes-oficinas (2) y de tiendas de venta al por mayor (4, de la enseña Max Descuento). Las localidades más afectadas son Plasencia (5 clausuras), Cáceres, Badajoz, Don Benito y Zafra (con 4 cada uno), así como Villanueva de la Serena y Almendralejo (tres cada una).

El accionariado del grupo de distribución ha sido un polvorín en los últimos tiempos, lo que ha contribuido poco a mejorar la situación financiera. Desde septiembre, el timón del barco lo tiene el fondo de inversión británico CVC Capital Partners, que parece haber aportado estabilidad a la compañía. El nuevo equipo está convencido en entrar de nuevo en beneficios en el 2004. El cierre de tiendas se prolongará hasta septiembre del 2003.