La reforma del Código Civil aprobada en mayo en el Congreso despertó la inquietud entre los descendientes de extremeños que emigraron fuera de España. En Extremadura, afectaría a 8.500 nietos de emigrantes.

Uno de los nuevos artículos del código establece que para obtener la nacionalidad española, los descendientes de segunda generación, es decir, los nietos de los que se marcharon, deben residir como mínimo un año en España.

Esta modificación, aunque mejora la norma anterior que exigía dos años de residencia, es insuficiente, a juicio del PSOE y de la Junta de Extremadura, que ya anunció que se opondría a ella porque no soluciona el problema de la inmigración que sufre España.

La razón que dio el Gobierno para aprobar esta norma fue que quería evitar que España sea un coladero.