La tragedia del Prestige caló hondo entre los extremeños, que muy pronto se lanzaron a ayudar a los gallegos a limpiar su playas de fuel. Empresas extremeñas aportaron contenedores y medios técnicos para hacer más llevadera la tarea de retirar el chapapote. Muchos voluntarios de toda la región contaron en EL PERIODICO sus vivencias. Los bares de Cáceres ayudaron también con sus ´pinchos´ solidarios de mejillón gallego.