Una exposición antológica, patrocinada por Caja Sur y formada por 128 trabajos diversos, devolvió a la actualidad informativa regional al pintor extremeño Eduardo Naranjo en el mes de junio de este año.

La obra del artista de Monesterio se expuso en el Museo de Bellas Artes de Badajoz en una colección excepcional: óleos, grabados, bocetos y documentos diversos que fue posible reunir gracias a la aportación de coleccionistas particulares y fondos de musesos. Una antología que fue a la vez una biografía pictórica de uno de los artistas españoles con más prestigio nacional e internacional.

TRAYECTORIA

Esta exposición permitió no sólo disfrutar de una obra artística excepcional, sino también apreciar la evolución de la trayectoria artística de Naranjo, desde sus primeros cuadros pintados en 1958 hasta el último, un desnudo de amplias dimensiones terminado este mismo año. Sin embargo, en estos años el pintor de Monesterio ha sido y es muy fiel a su técnica, a su temática y a su estilo inconfundible: un realismo tan fiel que ha llevado a calificar su pintura como fotográfica, aunque el ambiente y la atmósfera pertenecen al mundo de la fantasía y de los sueños, a lo onírico. Por contra, sí es posible en este trazo de desarrollo pictórico, vislumbrar una transformación del pintor, la de la luz. Naranjo gana en luminosidad con los años.

En su obra se palpa un cambio de la oscuridad de sus pesadillas oníricas, fruto de su infancia rural en un pueblo del sur extremeño, a más lumininosidad ganada también en los motivos escogidos: flores, playas, desnudos, autorretratos, objetos inanimados. El mismo pintor reconocía esta evolución en una entrevista concedida a El PERIODICO EXTREMADURA: "Yo había sido una persona contenida, solitaria, introvertida y a partir de ello había pintado, desde mi interior, desde mis ausencias de mi infancia". Así explicaba Naranjo la oscuridad de sus primeros años como pintor.

En la misma respuesta, después añadía las razones del cambio, a resultas de su evolución personal: "Luego me he ido haciendo más comunicativo, más sabio y he llegado a una síntesis, a una pintura más calmada, en donde ya no estaba presente el mundo onírico y fantástico anterior".

En la exposición del Museo de Bellas Artes, comisariada por Enrique Pareja López, director del Museo de Artes de Sevilla, pasó antes por Córdoba y por la capital hispalense.

EXTREMADURA EN SU OBRA

Otra dimensión de la pintura de Naranjo es el reflejo de su tierra extremeña, del que el pintor dice que está en toda su obra, aunque no como temática, sino en la luz, la composición, "la manera de expresarme, están en ese carácter extremeño", explica el pintor.

Eduardo Naranjo nació en Monesterio el 25 de agosto de 1944. Desde que empezó en la escuela de su pueblo, destacó como dibujante y a los nueves años ya dibujaba y modelaba en barro. En 1957 ingresó en la escuela de Artes y Oficios de Badajoz. Luego se traslada a Sevilla para continuar su formación y cursa la carrera de Bellas Artes que termina en Madrid.

En 1969 se traslada a París para terminar su formación y desde 1970 se dedica exclusivamente a pintar; se suceden las exposiciones y diez años después le llega el reconocimiento en Extremadura. En 1997 es elegido académico de Extremadura.

A lo largo de estos años, la obra de Naranjo ha pasado a engrosar los fondos de prestigiosos museos y colecciones privadas y ha desfilado por las salas de exposiciones, tanto de forma individual como colectiva, más importantes del mundo: desde Teherán hasta Ginebra, pasando por la República Dominicana, Nueva York, El Cairo, entre otras; y por de la geografía española.