La declaración de la Semana Santa cacereña como Fiesta de Interés Turístico Nacional no se realizó por capricho. Llega tras muchos años de devoción y preparación de devotos y cofradías. Es un triunfo de todos los ciudadanos sin excepción. Sólo en una tierra donde se vive la Pasión de Cristo de forma tan profunda pueden contemplarse imágenes como ésta, de mujeres cargadoras en Cáceres. Muchas otras ciudades extremeñas son una auténtica delicia durante esos días donde la devoción y la celebración se entremezclan.