En apenas 15 días, los pirómanos arrasaron unas 5.800 hectáreas de superficie en el norte de la región. La situación obligó a los alcaldes del norte de Extremadura a instar a la Delegación del Gobierno a que incrementase en la zona el número de efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para intentar parar las acciones de los pirómanos.

El terreno afectado por un incendio iniciado en el término municipal de Torrecilla de los Angeles fue, según vecinos y alcaldes de la zona, de cerca de 4.000 hectáreas. Este incendio, que afectó también a las poblaciones hurdanas de Casar de Palomero, Pinofranqueado y Caminomorisco, fue calificado de desastre ecológico. En este incendio, el alcalde de Torrecilla de los Angeles, José Luis Bravo, denunció actitud negliguente por parte del equipo del Plan Infoex.

En la comarca de La Vera, las llamas asolaron en torno a 1.500 hectáreas. La otra gran zona afectada fue Sierra de Gata con unas 300 hectáreas afectadas en los municipios de Acebo y Hoyos.

LOS TRES PROVOCADOS

En los tres casos todo apuntaba a que las llamas habían sido provocadas. "Los autores están muy bien organizados. Han utilizado unas bombas que actúan con retardo y que se usan en la lucha contra los incendios para intentar ahogar las llamas", aseguraba uno de los pilotos de helicóptero que habían trabajado en las tareas de extinción en Las Hurdes.