Elena Gadel y Miguel Angel Silva son los triunfitos extremeños. Bueno, medio extremeños porque Miguel Angel sí nació en Cáceres, (18-8-1977), aunque vive en Ibiza, pero la extremeñidad de Elena (Barcelona, 29-10-1982) procede de su padre Antonio, natural de Badajoz. Sin embargo, para los extremeños ambos representan a la región en Operación Triunfo, fenómeno televisivo que ha revolucionado la vida de los españoles y a la industria musical.

Los dos jóvenes comparten el mismo sueño: la música. Ambos abandonaron a finales del año 2002 la academia, pero prosiguen su formación en la posacademia. En el caso de Miguel Angel, el mismo público que le seleccionó como concursante número 17 (el último en llegar) decidió que no progresaba adecuadamente y debía abandonar el centro de alto rendimiento para cantantes de Barcelona, en el que mejoraba su nivel artístico, técnico y profesional de la mano de seis profesores dirigidos por la artista Nina.

Elena es una joven sensible, emotiva, llorona, aunque lucha por controlarse, pero de gran carácter. Ella misma lo advierte: si se enfada, lo mejor, alejarse. Estudia primero de Educación Infantil, pero una parte importante de su tiempo la emplea en su pasión: tocar la guitarra y cantar en el grupo de gospel Masoulfield, además de en sus bolos en bodas, festivales, fiestas y jam sessions . El estilo romántico predomina en su repertorio: Mayte Martín, Luis Miguel y David Bisbal.

Operación Triunfo le permite cumplir su sueño (cantar, subirse a un escenario), al tiempo que aprende y mejora su estilo y su técnica.

MIGUEL ANGEL SILVA

Silva se define a sí mismo como divertido, simpático, sociable y con una gran pasión: su trabajo (es policía local en Ibiza). Pero compatibiliza su profesión con la música, su otra pasión desde que, con 11 años, comenzó a tocar la guitarra y a los 15 se subió a un escenario por primera vez. En el instituto se aficionó al karaoke y, ahora, agarra el micrófono y no hay quien se lo quite.

El romanticismo impera en sus gustos musicales: la música latina, los boleros, Revólver, Luis Miguel, Carlos Baute, Diego Torres y Marc Anthony.

La expulsión de la academia le entristeció, pero no lloró. Aceptó la decisión del público con entereza y le agradeció la oportunidad de vivir la experiencia de participar en Operación Triunfo. No obstante, todavía le queda una oportunidad de grabar un disco: grabará una canción inédita en un disco compacto y si consigue vender 200.000 copias tendrá su propio disco.

Operación Triunfo despierta sentimientos encontrados. Los artistas consolidados critican el despliegue promocional del programa, aunque valoran positivamente el afán de superaciones de los triunfitos , su lucha por alcanzar las máximas cotas profesionales.

A favor o en contra, lo cierto es que el programa cuenta con la aceptación del público, que acude masivamente a los conciertos de los cantantes de la primera edición, y de los aspirantes a estrella (80.000 personas se presentaron al cásting de la segunda edición, 1.619 extremeños, frente a los 5.000 de la anterior), que ven en el programa una oportunidad de triunfo.

El dislate musical provocado por este programa dispara los chachés de estos jóvenes, que se curten desde este verano en los escenarios y que oscilan entre los 25.000 y 40.000 euros (Rosario Flores cobra 25.000 euros, Alex Ubago y Los Piratas entre 15.000 y 18.000, como ejemplo de músicos consagrados).