Te pregunté hace un tiempo si alguna vez te habían hecho una entrevista. ¿Es ahora un buen momento? Pasa y ponte cómodo por si acaso.

--Imaginemos que la felicidad existe, ¿cómo la definirías?

--¿Eres feliz?

Ahora quiero que te enfrentes a dos preguntas iguales que representan una de las cualidades que más valoro de los seres humanos.

--¿Escuchas?

--¿Eres humilde?

Para. Reflexiona antes de seguir. Vamos al amor.

--¿A cuántas personas quieres?

--¿Dejas que te quieran?

Hay un tema que siempre os digo que es mucho más importante de lo que decimos que es. Hablo de nuestro cuerpo. Y siempre os digo que lo importante es la valoración que haces tú de tu cuerpo. Y esta vez sólo hay una pregunta: Al mirarte al espejo ¿te gusta la conclusión que sacas de tu aspecto?

Si eres introvertido, eres un "piensa-hace-piensa" y no necesitas ningún consejo. Si eres extrovertido, lee otra vez de manera más pausada este artículo. O recórtalo y guárdalo para leerlo con tranquilidad. Eres un "hace-piensa-hace" y no me han gustado tus respuestas si es que ha habido alguna. Nos falta el futuro. --¿Es esta la única vida que vas a vivir?

--¿Necesitas hacer algo?

Y para terminar la entrevista me gustaría que te hicieras dos preguntas a ti mismo que nunca te hayas hecho. Esta vez me da igual lo que respondas. Tu respuesta es la pregunta y creo que es suficiente. La vida está llena de preguntas y a lo mejor te falta alguna. Y tú, ¿sabes enfrentarte a las preguntas de tu vida?