Aunque las fuerzas estadounidenses están ya en las afueras de Bagdad, dispuestas a dar el golpe de gracia al régimen de Sadam Husein, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, exhibió ayer más cautela de la habitual y, pese a declarar que las fuerzas iraquís han sido "debilitadas", advirtió también de que "todavía son letales" y lo serán aún más en las próximas jornadas.

"Hemos llegado a las puertas mismas del régimen en menos de dos semanas", proclamó el jefe del Pentágono y añadió que los soldados de EEUU "están más cerca del centro de Bagdad que muchos estadounidenses que residen en los suburbios de sus oficinas". Según explicó previamente en Irak el general Buford Blount, comandante de la Tercera División de Infantería, las tropas de Washington estaban anoche a 15 kilómetros de la capital iraquí.

EL 45% DEL PAIS

Parte de Bagdad se hallaba ayer a oscuras, a consecuencia de un corte en el suministro eléctrico que el Pentágono dijo no haber provocado. Nuestras tropas "no han seleccionado como objetivo el centro de distribución eléctrica de Bagdad", aseguró el presidente del Alto Estado Mayor, general Richard Myers, quien dijo ignorar cuál pudo ser la causa del corte eléctrico.

Lo que sí clarificó Myers fue que los soldados anglo-norteamericanos se han impuesto ya en un 45% de Irak y que "Bagdad ya no controla el país", aunque ni él ni Rumsfeld se pronunciaron sobre cuál puede ser la situación de Sadam Husein. "No podemos decir quién está dirigiendo la situación", comentó previamente desde el Comando Central de las Fuerzas Estadounidenses en Doha (Qatar) el general Vincent Brooks, que añadió: "Tenemos pruebas crecientes de que el régimen no puede controlar a sus fuerzas ni a la población iraquí en la mayor parte de la nación".

En Washington, Rumsfeld reiteró su llamamiento a los comandantes militares iraquís para que abandonen las armas y dejen de pelear. "Para el liderazgo militar no hay salida, porque su destino ha sido sellado por sus actos, pero los soldados y oficiales iraquís todavía pueden sobrevivir y ayudar a reconstruir un Irak libre", recalcó. Un mensaje que pareció dirigido a los soldados del Ejército regular iraquí, que está reforzando a las divisiones de la Guardia Republicana desplegadas en torno a Bagdad. Estas divisiones han sido muy castigadas por los bombardeos estadounidenses. "Mucha gente ha muerto", confirmó el general Myers.

EXILIO DESCARTADO

Rumsfeld clarificó que "sigue habiendo contactos" con militares iraquís" para animarlos a que se rindan, pero rechazó de plano la posibilidad de llegar a un acuerdo de alto el fuego por medio del exilio de Sadam a un tercer país. "No hay ninguna posibilidad", recalcó Rumsfeld, advirtiendo a los gobiernos que han discutido un acuerdo de este tipo de que sólo serviría para aportar "esperanza y comodidad" al régimen de Sadam Husein.