El tiempo inestable obligó ayer a que los actos preparados con motivo de la clausura del curso de las Escuelas Deportivas Municipales se celebrasen en el interior del pabellón de La Granadilla, que se llenó con los 1.500 niños que acudieron acompañados desde las gradas por un millar de familiares. Fueron muchos más de los que esperaban los organizadores, "porque hay años que ha hecho mal tiempo y no hemos llegado a mil niños", contaba Alvaro Mayoral, coordinador de las escuelas.

En las Escuelas Deportivas Municipales se ofrecen 24 disciplinas que se imparten por 87 monitores en 56 recintos, entre colegios e instalaciones deportivas, con la colaboración de algunos clubes. Este año se han matriculado 4.918 niños, de los que 3.800 han asistido con asiduidad. El fútbol sigue siendo la disciplina con más adeptos (989 alumnos y 26 sedes), seguido a distancia del patinaje (472) y el baloncesto (421), mientras que hay modalidades con pocos aficionados, que a pesar de ello siguen impartiéndose, como el aeromodelismo (25 alumnos) o el padel (36 alumnos en 2 sedes).

Todos los niños que quisieron participar desfilaron ayer con sus camisetas y gorras blancas y su medalla colgada al cuello, como premio a su participación. Iban sonrientes, saludando al público. Uno de ellos, Gonzalo Herrera, leyó en nombre de todos una carta en agradecimiento, sobre todo, a la labor de sus monitores.

El alcalde, Miguel Celdrán, se dirigió a los pequeños y también a los padres, a los que dio las gracias por la confianza que depositan en las escuelas al entregar a sus hijos, así como a los monitores y colaboradores. Dijo que en estas actividades no solo se les forma deportivamente, sino que se les educa en valores como el "compañerismo, la amistad y el esfuerzo personal".