Alrededor de una decena de vecinos del bloque de viviendas ubicado en el número 10 de la calle Bailén resultaron afectados, sobre las ocho de la tarde a ayer, a causa del gas de defensa personal que utilizó uno de los residentes. El gas, «tóxico y que provoca irritación», se expandió rápidamente por la escalera del edificio y provocó vómitos y fuerte tos a los vecinos, entre los que había niños y personas mayores, que fueron atendidos por el 112.

Al parecer, la persona que utilizó el gas lo hizo de manera «inconsciente». Al respirarlo, los afectados se alarmaron unos a otros por lo que muchos de ellos abrieron las puertas de sus casas, con lo que el gas entró en los pisos, pues se trata de un edificio de tres plantas y los sistemas de ventilación estaban cerrados debido a las bajas temperaturas. Acudieron los bomberos, que ventilaron el edificio, y la Policía Nacional.