Unos 22.000 trabajadores de diferentes nacionalidades se han agrupado, a través de 13 asociaciones locales de toda Extremadura, en la Federación de Inmigrantes (Fiex) de UGT que ayer se presentó en Badajoz de la mano de su secretario, Antonio Tejeda; los vicepresidentes Mbarek Saror y María Gemio; el tesorero, Alfonso López; y el secretario de Acción Social del sindicato, Nereo Ramírez. La Fiex pretende ser "una voz común" para defender sus derechos laborales y ciudadanos, "especialmente en estos momentos de crisis".

La federación se constituyó el pasado 15 de septiembre, después de diez meses de trabajo por parte de nueve asociaciones que se encargaron de confeccionar los estatutos. A las 13 asociaciones se sumarán otras cinco, de modo que representa al 76% de la población inmigrante de la región --28.738 entre los de países no comunitarios más Rumanía y Bulgaria--, lo que la convierte "en un interlocutor social ante la Administración".

Mbarek Saror manifestó que el objetivo de la Fiex es lograr "la integración plena de los inmigrantes", que no se les trate como "un problema" o como a "diferentes", sino como "personas que en su día salieron de sus países procurando una vida mejor para nuestras familias", y como "parte de una inmigración necesaria", con plenos derechos y deberes. Saror denunció que no tener documentación no debe ser motivo para aplicar retenciones de hasta 60 días.

Nereo Ramírez explicó que desde hace cinco años UGT viene defendiendo la necesidad de crear este tipo de estrategias para los trabajadores inmigrantes, ya que el trabajo es el "elemento prioritario de la integración".

María Gemio aclaró que hay más mujeres que hombres federadas y por tanto, no se trata de un toque femenino, sino de una realidad social. Y se congratuló porque después de diez años de trabajo se haya logrado un movimiento asociativo fuerte, lo que no significa que no haya problemas; al contrario, "la crisis viene a agravar la situación", dijo.