El 13% de la población de Badajoz rechaza a los gitanos y un 18% expresa su aceptación plena, según un estudio del sociólogo y profesor de la Uex Fernando González Pajuelo, quien señala que el resto de la población encuestada manifestó también reservas y reticencias al respecto.

En concreto, la sociedad española y la pacense coinciden en ese 13% de rechazo; también en el apartado de aceptación con reservas, que es del 26%. La aceptación plena de los pacenses es del 18%, mientras que la sociedad española se queda en un 16%. Y vuelven equipararse cuando un 32% de ambas sociedades reconoce que procura no tener contactos con ellos.

Estos datos figuran en el trabajo Perfil sociológico de la población gitana de Badajoz y, según su autor, "aunque se recogieron hace seis años, lo cierto es que creo que en la actualidad no variarían mucho; no han cambiado tanto esas actitudes. Una cosa es lo que se dice, y otra lo que se hace o de verdad somos". Pues de hecho, casi nadie se reconoce racista; esa información se infiere de las respuestas a otras preguntas sobre si los gitanos son de fiar, si tendrían relaciones con alguno de ellos, etc.

Badajoz tiene censados, según el presidente de Conciencia Gitana, Francisco Saavedra, a casi 6.000 personas de etnia gitana. Saavedra dijo que no compartía la opinión del sociólogo, porque se ha trabajado, y con éxito, contra el absentismo escolar, especialmente el de las niñas cuando llegan a la pubertad. Dijo que los niños y jóvenes de ambos sexos ya van a los institutos y que las mujeres han comenzado a entrar en el mercado laboral. Si bien González apostilló que no conoce a "gitanas con carrera", y que cuando se habla del mundo laboral, éste es el mercadillo o el servicio doméstico, pero no de empleos cualificados.

Saavedra destacó también que al trabajar contra el absentismo con el Proyecto Zaro, se dieron cuenta de que tenían que formar a las madres y ahora hay 565 mujeres en formación. Añadió que los niños "se ven desmotivados en la clase porque no se aborda su cultura. Yo pediría que se incluya por los menos en los libros de texto al menos un 2% de la cultura gitana"; y reivindicó su lengua, "tan digna como el catalán, o el vasco".

LOS ESTEREOTIPOS González Pajuelo señaló que "hay muchos estereotipos y un gran desconocimiento mutuo, aun a pesar de que payos y gitanos se sienten pacenses por igual. El payo no se fía mucho del comportamiento del gitano y éste considera que el payo tiene el poder y que todo le viene dado, independientemente de su esfuerzo".

No obstante, sí reconoce algunos cambios. "Cuando hicimos la encuesta ningún niño gitano había terminado el Bachiller; hoy, sí. Ellos mismos, a través de la educación, participan --no me gusta la palabra integrar--, en la sociedad de una manera más igualitaria". En todo caso, "ha habido avances legales importantes; socialmente, no tanto". El problema sigue siendo "la ignorancia".