C omo primer reto del 2018 planteaba avanzar en la Eurociudad, el segundo en las conexiones. La principal debilidad de Badajoz es su situación alejada de los principales centros de consumo, de decisión y de conocimiento. Es la ciudad mediana de España peor comunicada por tren y que el tren aleja más de Madrid en comparación a la carretera. En el 2018 debemos avanzar en romper nuestra secular desconexión. No va a haber avances significativos. Se van a declarar los vuelos desde Badajoz como Servicio Público Obligatorio (SPO). Una ciudad como Almería que tiene desde hace años esa calificación tiene en verano más de 15 vuelos diarios. Ser SPO nos garantiza dos vuelos diarios a Madrid de lunes a viernes y tres a la semana a Barcelona. Ahora que todos tienen trenes de alta velocidad y conexiones aéreas, parece que tenemos que brindar por estás débiles conexiones. Bienvenidas sean, pero son muy insuficientes.

Tampoco en 2018 vamos a avanzar mucho con el tren. A partir del 1 de marzo podremos ir en Talgo a Madrid, aunque tardaremos veinte minutos más que en la actualidad, pero iremos más cómodos y con más fiabilidad. Solo si se incorporan al uso los tramos ya finalizados de Badajoz a Cáceres, podremos mejorar los tiempos. En 2018 nuestras principales esperanzas deben estar en que sean servicios confortables y fiables y que cumplan horarios. Debe hacerse todo lo posible para que mejoren los tramos de vías que están en malas condiciones tanto en el trayecto Norte entre Plasencia y Madrid como en el de Puertollano o el de Sevilla. Debe iniciarse un plan contundente de mejoras en estas vías para que en el 2019 estén en mejor situación. La novedad será conocer el alcance de las obras anunciadas en el trayecto por Puertollano y su declaración como SPO. El resto es garantizar los avances para que en 2019 podamos disfrutar del Tren que nos permita estar en tres horas y medias en Madrid. A todo esto hay que hacerle puntual seguimiento para que no nos vuelvan a engañar. Tren Digno en 2018. Tren de Altas Prestaciones en 2019. AVE en Extremadura en 2020. Me gustaría ser más optimista, pero esto es ser optimista, y hay que presionar para hacerlo realidad.