Un sexto reto para el 2018 será empezar a ver obras en el edificio del antiguo Hospital Provincial. Ya van más de quince años desde que se cerró como hospital en el 2002. En el 2004 Zapatero nos prometió un gran Parador con un complejo de balnearios y spa urbano que nos posicionaría turísticamente. Como tantas promesas, todo quedó en el aire y nos lo devolvieron peor que como lo entregamos. No es un edificio cualquiera, pues su tamaño y su situación lo convierten en un elemento clave para la dinamización de la ciudad.

La Diputación ha mostrado su firme voluntad de que no permanezca por más tiempo cerrado y que el edificio se vaya deteriorando mientras discutimos cuál es el diseño que menos polémica levanta o cuál debe ser el uso preferente de cada grupo interesado. Sabemos que desgraciadamente lo único que no levanta polémica es no hacer nada. En unas semanas se dispondrá de todos los permisos pertinentes para sacar a concurso las primeras obras de rehabilitación y poder convertir parte de la planta baja en un mercado de hostelería y alimentación. Hay que agradecer a la diputación que haya tenido la valentía de hacer una apuesta que tiene sus riesgos, que si sale bien el beneficio puede ser muy alto para la ciudad y si sale mal tiene soluciones posteriores razonables. También en este mismo año 2018, se deberían iniciar las obras para adaptar espacios de las plantas superiores para la Biblioteca General de Extremadura y para la Escuela Oficial de Idiomas.

Ver este edificio en obras y con plazos de finalización será un nuevo revulsivo para la zona, e invitará a imaginar y apostar por otros usos compatibles, como espacios para la divulgación de conocimientos e innovación, de exposiciones o salones de actos. Creo que hay que ver este edifico conjuntamente con otros próximos a él como el Teatro López de Ayala, el palacio de congresos y el MEIAC. Conjuntamente forman un espacio urbano de gran potencia, singularidad y atractivo que habrá que dotar con unos amplios aparcamientos en las nuevas actuaciones de Puerta Pilar y la calle Estadium. Las obras se realizan dos veces, cuando se imaginan y cuando se realizan. Y ya toca empezar a ver realidades. Seguiremos.