Veintisiete de las 43 familias de Los Colorines que luchan por salir del barrio se concentraron ante la Delegación del Gobierno para que interceda ante la Junta y reconozca su plataforma como interlocutor. Y para denunciar que no han recibido las cartas que la Agencia de la Vivienda está enviando con información sobre la documentación que deben aportar para su realojo, antes del día 30, por lo que han pedido que se amplíe el plazo.

El portavoz de este grupo, Antonio Chacón, manifestó que "las cartas ya las han recibido todos los de la otra plataforma" y que están preocupados porque "nos dicen que están en Correos, pero no acaban de llegar". También piden que les sellen los documentos que aportan, como les prometieron en anteriores reuniones, para evitar fallos "como que no aparecieran 13 familias en la lista de solicitantes de realojo", ya incluidas tras la intercesión de la plataforma.

Puestos al habla con la Agencia de la Vivienda para conocer su versión, una portavoz manifestó que "las declaraciones de la plataforma carecen completamente de fundamento".

El colectivo espera que para enero próximo comiencen a salir las familias que no quieren vivir en el barrio y que el proceso no se haga llevándolas a zonas donde éstas no quieren ir.

AGREDIDOS La mujer Ana Rosas Balsiñas, divorciada y con tres hijos, contó a EL PERIODICO que ella y un hijo suyo fueron agredidos por tres hombres y dos mujeres con barras de hierro, en su propia casa, cuando les sorprendió intentando entrar en su vivienda.

Desde entonces, hace un año de aquel suceso, "no me han recibido en la Junta, aunque me he quedado sin dinero para pagar los viajes que he hecho". Cuenta que "yo dejaba a los niños en el colegio y me iba a Mérida y me tenían esperando hasta que llegaba la hora de volver para recoger a los niños", o bien "llamaba por teléfono y me tenían esperando con la musiquita, sin contestar".

Ahora vive en una casa, temporalmente, esperando su realojo y "con deudas con todos los familiares y amigos, esperando que me cambien de casa".