El desbordamiento del canal de la autovía Madrid-Lisboa a causa de las fuertes lluvias de los últimos días ha dejado huella en las urbanización Ruta de la Expo, donde el martes por la noche se inundaron los garajes de unas 40 viviendas, y en el campus universitario, en cuyo aparcamiento quedaron atrapados más de una veintena de vehículos, que los bomberos tuvieron que remolcar.

Todo apunta a que los restos de una obra frente a la Academia de Seguridad Pública --también afectada-- que hacían de dique cedieron por la presión y el agua llegó "como una gran ola" llevándose por delante todo lo que encontró a su paso, según explicaron ayer los vecinos de la calle Moreno Torroba, donde se encuentran las viviendas más afectadas. "La calle era un río de agua", describieron.

El concejal de Bomberos, Francisco Javier Gutiérrez, señaló ayer que están investigando si los montículos de tierra que han hecho de dique pertenecen a las obras que se han realizado en la academia de seguridad o a los trabajos en la parcela donde se construirá el centro comercial de Rodamco. "Cuando nos aseguremos de que se ha debido a eso y de quién son se depurarán responsabilidades", apuntó.

La tromba de agua se produjo sobre las 20.30 horas y hasta pasadas las dos de la mañana vecinos, operarios de Aqualia y bomberos estuvieron achicando agua de las viviendas más afectadas. Ayer los propietarios con más daños continuaban limpiando. Han perdido electrodomésticos, muebles y otros enseres, aunque todos tuvieron tiempo de sacar sus vehículos.

La vivienda de José Manuel Giraldo y Mari Carmen Revolosa, en la calle Moreno Torroba, fue una de las más perjudicadas. El agua alcanzó los 40 centímetros y se les han estropeado electrodomésticos, libros y muebles. Otro de los vecinos afectados fue José María Anguita, que ayer al mediodía continuaba reparando los daños. "El agua vino de golpe, de repente. Ha debido de ser algo que ha retenido el agua y ha reventado, porque con lo que ha llovido ni se nos han inundado los patios", comentó.

Los vecinos se quejaban de que a la tromba de agua se sumó que los imbornales no estaban limpios, por lo que no tenían capacidad para absorber. Además, reprocharon la tardanza en actuar de los bomberos, frente a la diligencia de los operarios de Aqualia, que realizaron tareas de limpieza y desagüe del agua acumulada con un camión de saneamiento y tres vehículos de apoyo, según explicaron desde la empresa.

El concejal de Bomberos, sin embargo, defendió el trabajo de los efectivos que, recordó, además de atender a esta urbanización tuvieron que prestar servicio en otras muchas zonas de la ciudad debido también a la lluvia, como el Casco Antiguo o Alcazaba, donde el desbordamiento de una charca obligó a cortar la carretera de acceso.