Cruz Roja ha atendido a 45 mujeres que ejercen la prostitución en la calle, concretamente en la carretera de circunvalación y sus aledaños, en el primer año del programa de ayuda a este colectivo que desarrolla un equipo técnico de esta entidad sin ánimo de lucro, integrado por dos trabajadoras sociales.

Desde mayo del 2005, este equipo ha salido todos los martes, a partir de las once de la noche, para contactar con estas mujeres en la calle "y ofrecerles información y apoyo", según María Jesús Población, trabajadora social del programa.

"Aunque nos ha costado el acercamiento, hemos contactado con 45 chicas, algunas de las cuáles han dejado ya la prostitución, otras se marcharon a sus países por una orden expulsión, y la mayoría continúa en la calle", según explicó.

BALANCE POSITIVO Después de un año de trabajo, María Jesús Población valoró muy positivamente el programa, cuyo fin es prestarle asistencia y acercarles los recursos sanitarios y sociales existentes. "Hemos ganado su confianza, si algún martes hemos faltado por alguna causa nos han echado de menos y se han preocupado, lo que ha hecho posible que les acerquemos los recursos disponibles".

De esta forma, además de repartirles café y preservativos durante las largas noches de trabajo, se les ha podido tramitar tarjetas sanitarias, gestionar documentos para empadronamientos, administración de vacunas, "y también acompañamos a dos a tramitar una denuncia ante la policía y hemos ayudado a alguna a buscar un piso, algo que les resulta muy difícil porque la gente no les quiere alquilar".

COMPRAR UNA CASA El 55% de las mujeres que ejercen la prostitución en circunvalación son extranjeras, proceden de algunos países del Este, Nigeria, Sierra Leona y Portugal, "y muchas desean reunir el dinero necesario para comprar una vivienda en su país y retirarse, y otras necesitan el dinero para enviárselo a sus hijos", señaló Población.

Ante el éxito del programa, este equipo de Cruz Roja se está planteando ampliarlo con más personal y más días, incluso los fines de semana, para lo que se podría contar con un grupo de voluntarios.

"De esta manera podríamos contactar con más chicas, ya que algunas sólo trabajan en la calle los fines de semana, además se da la particularidad de que van cambiando de ciudad y si salimos más días llegaremos a muchas más". Aunque María Jesús Población reconoció que antes habrá que captar los recursos económicos necesarios.