"Quiero vivir una experiencia nueva y dar un poco de alegría a la vida". Así explica Luis Alberto García, almendralejense de 26 años, perito tasador de vehículos, su interés por estar en la duodécima edición del programa Gran Hermano --aparte de las dos vips-- que emitirá Tele 5 y para el que la productora Zeppelin celebró ayer en Badajoz el último casting.

Luis Alberto habló con este diario tras realizar la entrevista personal y antes de iniciar la prueba de cámara. El fue uno de los 500 aspirantes que participaron en la selección.

Un equipo de Zeppelin ocupó desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche varios salones del Hotel Río para realizar las pruebas al medio millar de personas citadas, por horas, con los únicos requisitos de ser mayor de edad y haberse inscrito previamente. Por los demás, había de todo tipo, incluso un abuelo, aunque predominaban los jóvenes, de ambos sexos, al 50%, entre los que hay "unos pocos titulados universitarios, pero la mayoría son jóvenes que ejercen un oficio o una profesión".

Cristina Navarro, de 20 años, acudía por primera vez a un casting. ¿Sus razones? "Me gusta mucho el programa y desde siempre he querido participar". Y añade: "por el dinero y por vivir una experiencia". No resultó seleccionada, pero quedó en volver "el año que viene".

El argumento de vivir una experiencia es el más nombrado por los participantes en sus entrevistas personales, según explicó Eugenia Núñez, redactora de casting y responsable de contenidos. Y no solo aquí, sino en la mayoría de las ciudades por las que han pasado ya 60.000 aspirantes.

A la búsqueda de experiencias, se une la ilusión por ganar dinero, pues "el paro y la crisis están muy presentes y son razones expuestas" por los aspirantes a formar parte de ese reducido grupo de elegidos --24 en la edición anterior, pero el número varía cada año; el de éste es secreto--.

"La magia" es otro motivo, y "el dar un cambio a sus vidas". A ello se une "que son seguidores del programa; los han visto todos", cuenta Núñez con el cronómetro en la mano, pues las entrevistas estás fijadas en dos minutos por persona, mientras lee "una redacción que traen sobre ellos, con una foto", para pasar después a una prueba de cámara donde cuentan "cosas sobre sus vidas, lo que quieren, si tienen pareja".

Juani Lozano acompañaba a su hija de 22 años, de Badajoz, "recién casada" y que acude "por primera vez a un casting con mucha ilusión, a ver si nos toca alguna vez a los extremeños, que tenemos mucha gracia y hasta ahora solo ha ido Fran". Cerca de ella Elena Meneses, de Villafranco del Guadiana, se lamentaba: "me llamaron, pero no por mí que me había presentado, sino preguntando por mi hermana, que no se presentaba, y ahora ella está dentro y yo fuera. A ver si por lo menos sale ella", dice resignada.